Las ventajas son muchas… desde el valor de una motocicleta hasta la economía en su uso diario. Y mucho más aún en época de pandemia para movilizarse manteniendo el distanciamiento social.
¿Dos o cuatro ruedas? ¿Moto o auto? Estas son las preguntas que más se hacen las personas cuando se trata encontrar la mejor forma de movilidad urbana. Sin embargo, la respuesta nunca va a ser fácil si se toman en cuenta todos los criterios que pueden influir en la decisión final: costos, seguridad, prestaciones, funcionalidad, moda, estereotipos y muchos etcéteras entran en juego al momento de elegir.
Y en la actualidad hay una pauta que puede inclinar la balanza hacia uno u otro lado… el distanciamiento social en época de pandemia de este infame virus, el Covid-19, que llegó para cambiar el mundo. Todo esto considerando, además, que en la sociedad ecuatoriana la moto empezó, hace algunos años atrás, ha ser vista sin tantos temores y tabúes como en el pasado.
No es una novedad que hace ya unos años se inició un proceso de reconfiguración de los medios de transporte en las ciudades. Las necesidades de movilidad están cambiando y, sobre todo, la mentalidad y los gustos de los conductores. Y la moto va ganando espacio en este juego de elecciones.
Basta con ver las cifras de venta de motos en Ecuador para darse cuenta del cambio. Según el boletín “Sector Automotriz en Cifras”, publicado por la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), en el año 2016 se vendieron 74.213 motocicletas; cifra que al año siguiente, en el 2017, llegó a 94.350 unidades vendidas; subiendo en el 2018 hasta 128.854; y, llegando en el 2019 a la cantidad de 144.727 motos vendidas en el Ecuador.
La moto está ganando puntos en las ciudades por la vía de los hechos: cada vez somos más las personas que apostamos por ella para movernos en la ciudad. Hay sitios donde la moto está consolidada hace tiempo y otras ciudades donde son una aparición reciente. En todos los casos las motos están para quedarse porque tiene ventajas decisivas en la ciudad.
Veamos y analicemos algunas de esas ventajas:
Mejor uso del espacio urbano. Gracias a las dimensiones contenidas de las motos, hay un mejor aprovechamiento de ese espacio limitado. Nada más irracional en una ciudad que el espacio que ocupa un auto para transportar solamente una persona.
Mayor fluidez del tráfico. Contribuye a la descongestión del tráfico en las ciudades por sus dimensiones reducidas. Un beneficio para todos los usuarios de la vía.
Menor contaminación. Las motos contaminan mucho menos que los automóviles por lo que a mayor uso de la moto hay menos contaminación ambiental en las ciudades.
Rapidez de los desplazamientos urbanos. En la ciudad se facilita mucho la vida a las personas, con desplazamientos que se pueden hacer de manera rápida y sencilla. Ir en moto permite acortar la duración de los trayectos entre un 50 y un 70%.
Transporte asequible y popular. Hay motos baratas y de las otras y, en general, tienen un mantenimiento mucho más simple que los automóviles. Facilitar la circulación en moto por la ciudad también tiene un componente social al poner al alcance de mucha gente un medio de transporte eficiente, asequible y popular.
Mayor facilidad de estacionamiento. Está vinculada a las menores dimensiones de las motos, lo que facilita el estacionamiento en las ciudades.
Por último, y quizá el más importante motivo en la actualidad para animarse a utilizarla como el medio de transporte ideal… la seguridad y el distanciamiento social. En principio, en una motocicleta estás especialmente aislado del resto, con un casco sólo para ti y una vestimenta que ya de por sí dificulta el contacto directo con objetos y personas. Y como tienes, por ley, que llevar una mascarilla de protección para no ser contagiado del COVID-19.. mucho mejor.
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