Una Cafe Racer es una moto de los años cincuenta, producto de la cultura rocker del momento, época en la que se buscaban motos rápidas para ir en “peregrinación” de café en café. Esta tendencia tiene en Quito sus representantes agrupados en este club.
El Cafe Racer es un estilo de motociclismo que se popularizó en el Reino Unido en la década de los años 50. ¿En qué consistía? En personalizar las motocicletas haciéndoles modificaciones, principalmente en el chasis, para quitar lo que sobraba de acuerdo al gusto de su propietario. El objetivo era aligerar la motocicleta, darle una apariencia más deportiva quitando todo aquello que no fuera necesario y poniendo especial énfasis en la velocidad y agilidad… La comodidad de las máquinas quedaba en un segundo plano.
¿Y quienes eran los que lo hacían? Los rockers, una subcultura de motociclistas o tribu urbana, también llamados leather boys o ton-up boys por su afición a los movimientos musicales desarrollados por los artistas estadounidenses de rock and roll en la década de los 50 y comienzos de los 60. Y por su forma de vestir.
Con los años, la moda del Cafe Racer volvió a tomarse las calles y carreteras de todo el mundo. Y Ecuador no es la excepción. En Quito, en el 2018, antes del Distinguished Gentleman Ride, un grupo de aficionados a este tipo de motocicletas se reunió para hacer una rodada por la ciudad y ver la respuesta que tenían de quienes gustan de este tipo de motos.
Pablo Cervantes, uno de ellos, señala que “nos presentamos ante un grupo de gente que se unió a nuestra rodada. En ese momento nos conocían como los “Putitos Riders Club”. Era porque no estábamos ni estamos alineados a lo que son los MC (Moto Club). Éramos un grupo de panas al inicio”.
“Veníamos rodando unos tres años sin una estructura, sin una directiva y sin un nombre oficial hasta ese 2018”, recuerda. “Todos teníamos como constante, y eso nos fue haciendo conocer a mucha más gente, el que estábamos alineados a la tendencia “Cafe Racer”. Éramos sólo unas cinco personas, pero en ese DGR tuvimos un gran poder de convocatoria y llegamos a 60 motos. Era gente que se nos unió, de hecho no los conocíamos. Nos vieron en redes y quizá les gustó que no teníamos esa estructura de un MC. Nunca tuvimos apuro de formarnos y ponernos un nombre oficial”.
El grupo se consolidó poco después y llegaron a ser 10 los motociclistas que se unieron constantemente a las rodadas. El grupo de fundadores de quienes serían más adelante los “PRC Rocker´s Ecuador”, más conocidos solamente como “Rockers”, estaba formado por Pablo Cervantes, Isaac Guevara, Juan Carlos Gallegos, Andrés Rea, Álex Drouet, Diego Grijalva, Andrés Cervantes, Camilo Torres, Darío Díaz e Iván Hidrovo.
Hasta determinar oficialmente el nombre, “lo que hicimos en este proceso fue fortalecer lazos de amistad. El eje central de nuestro grupo es la amistad, el respeto y la camaradería. Y obviamente la pasión por las motos”, señala Cervantes.
El nombre nació remontándose a la historia de la tendencia Cafe Racer. Emulando lo que sucedió en la Inglaterra de los años 50 y 60 cuando muchos de los veteranos de la II Guerra Mundial, que heredaron motos BSA y Triumph, utilizadas como vehículos de combate, empezaron a modificarlas para hacerlas Cafe Racer.
Cervantes recalca que los “Rockers” no son un MC. Simplemente son un grupo de amigos que tienen el gusto por las Cafe Racer. Pero cuenta que decidieron adoptar el chaleco de cuero como identificativo para imitar la moda de los motociclistas en referencia.
Fue una decisión que tomaron solamente tres meses atrás. Y cuenta que hay cuatro cosas básicas que deben existir en el chaleco: en la parte superior de la espalda la palabra ROCKERS, a los costados un rombo con el año de nacimiento del piloto y a la derecha una equis (X) con las siglas PRC y el número 18 (el año en el que empezaron), en referencia a los “Putitos Riders Club”. “No queríamos perder esa identidad, porque así fue como nació todo.
En la parte baja del chaleco dice ECU, de Ecuador, y el centro de la espalda es completamente libre para que cada “rocker” pueda personalizar su chaleco. Y dice que “aún estamos en el proceso de definir qué va a ir adelante del chaleco. Pero creo que vamos a poner el nombre y el tipo de sangre”.
Cervantes dice que por un formalismo fue designado como presidente de esta agrupación junto a Isaac Guevara como vicepresidente. “Nuestra idea no es tratar el grupo con una directiva como las que manejan los MC. Básicamente es porque hay ocasiones en que otros clubes quieren dirigirse hacia nosotros para enviar invitaciones y debemos tener esta formalidad”. Los Rockers se rigen bajo la premisa de “Igual entre mis iguales”.
Y dice que con los 18 miembros actuales “consideramos que ya estamos los que somos. No es nuestro afán ser un montón. Más bien, en este momento estamos apadrinando la formación de otros grupos que están alineados a la tendencia Cafe Racer porque consideramos que al haber un grupo muy grande algún momento llega a fracturarse”.
Para ellos, es preferible tener varios grupos pequeños pero sólidos a tener uno grande pero fracturado. “Tenemos un chat de “amigos de los rockers” en el que publicamos las rutas, compartimos con la gente para que se sientan integrados sin necesidad de ser parte del grupo. Allí está gente que ha formado nuevos grupos a los que estamos guiando para que se estructuren oficialmente”.
“Es sumamente sólido el grupo que tenemos y queremos mantenerlo así… Tal vez llegar a los 20 miembros, pero no más allá de eso”, sentencia. Y dice que el único requisito que tienen para llevar un invitado a rodar con ellos es: “si le puedes sentar en la mesa de tu casa, tráele a los Rockers”.
En el apartado de las motocicletas, los “PRC Rocker´s Ecuador” tiene de todo, desde las pequeñas 150 cc hasta motos de 1200cc. “Hay Cafe Racer de fábrica como Guzzi V7 Limited Edition, Triumph Thruxton y Scrambler. La mía es una Suzuki GS 500 modificada, hay algunas Boxer Cafe Racer de Bajaj, algunas IGM modificadas trabajadas por nuestros miembros y que son bellísimas”.
Y como es lógico de pensar, los “Rockers” promueven la modificación de las motos. “Hasta ahora las hemos hecho nosotros mismos y la verdad son muy bonitas. Hay personas que se nos han acercado y pedido los contactos para ayudarles a modificar sus motos. Y lo hacemos con mucho gusto”.
Su actividad como grupo de motociclistas se centra en dos rodadas. La tradicional de los jueves en la noche que se centra en la ciudad y sus alrededores, luego de reunirse en la gasolinera Primax de la 6 de Diciembre y Orellana; y, la de los domingos que son los días de rodadas largas. “Planificamos rutas dentro y fuera de la ciudad y siempre hacemos paradas gastronómicas. Terminamos con comida porque es el momento de compartir”.
Cervantes cuenta que “en nuestras rodadas, la velocidad la pone la moto más chiquita. En nuestro caso, las Boxer son las que van adelante del grupo. No somos de estar correteando, somos de disfrutar la ruta. A veces las grandes sí rompen filas y aceleran un rato para enfriar los motores pero nos esperan más adelante”.
Y en ocasiones, cuando salen a carretera abierta no tienen problema de salir del asfalto. “Hemos hecho rutas hacia el Antisanilla, Oyacachi, entre otras, por terrenos que no son precisamente para este tipo de motos”.
Lo cierto es que durante la pandemia del Covid-19 “no hemos dejado de rodar” señala. “Como vamos solos en las motos y con cascos, no hay más distanciamiento que eso. Somos sumamente cuidadosos con las normas de bioseguridad. Sabemos cómo cuidarnos”.
Pero lo que sí les frenó esta situación fue su intención de organizar un gran evento nacional de motos Cafe Racer. “Lamentablemente, desde que tomamos el nombre de Rockers empezó la pandemia y no hemos podido organizar nuestro evento. Está aún en el baúl a la espera de que se presenten las condiciones para hacerlo”.
Y tienen como objetivo “ser el club referente de Cafe Racer. Puede sonar súper ambicioso pero queremos llegar a eso. Queremos hacer que la le movida del Cafe Racer crezca y tome fuerza”.
Descubrir que hay otras personas que comparten la misma pasión es increíble y que estén llenas de un gran espíritu de camaradería y don de gente aún más!
Destino tal vez, pero el asunto fue que por ese ajedrez de la vida conocí a Pablo Cervantez (Presidente del Club) quien me dio la oportunidad de unirme a una rodada, yo aun intentando retomar mi libertad en 2ruedas ante esto no desaproveche la emocionante experiencia de unirme y sentirme a plenitud rodeado de personas con una alegría inusual de sentirse en la misma libertad de 2ruedas que buscaba.
Hoy llevo con orgullo el nombre de los “rockers” estampado en mi chaqueta de cuero en símbolo de unión y hermandad.
Un saludo…
Un verdadero deleite leer el artículo de los “Rocker´s Ecuatorianos”. Nuestra alianza trasciende y contagia, amistad genuina donde no importan diferencias sino la sensación de libertad y júbilo que sentimos cuando el cuerpo domina la máquina. Una pasión indescriptible pero muy sentida. Gracias