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Sueño cumplido para Cueva y los Puga en el Dakar

Actualizado: 17 ene 2022

Pese a problemas mecánicos, caídas y un accidente que parecía definitivo para uno de ellos, los ecuatorianos Mauricio Cueva, Juan Carlos y Juan José Puga terminaron la edición 2022 del Rally Dakar... La competencia más dura del mundo en el deporte motor.



En la corta presencia que el motociclismo ecuatoriano ha tenido en la historia de la competencia más difícil de los deportes a motor, la edición 2022 del Rally Raid Dakar escribió una importante página en el libro de su historia con la participación, por primera vez, de tres pilotos tricolores.

A las inhóspitas arenas del desierto de Arabia Saudita llegaron Mauricio Cueva, Juan Carlos Puga y su hijo Juan José, quien en el 2019 se convirtió en el primer motociclista ecuatoriano en terminar la carrera, para llevar la bandera nacional a lo largo de las 13 jornadas de competición que significaron un total de 8.375 kilómetros de recorrido (4.258 cronometrados)

Aprovechando el terreno que ofrece Arabia Saudí, la organización del Dakar creó un recorrido nuevo al 70 por ciento que se centró en la arena y las dunas, obstáculo que estuvieron en cada etapa de la competición.


¿Los resultados? Para el 90 por ciento de los pilotos que participan estos no son importantes porque el objetivo primario es un solo: terminar la carrera. De ahí en más… el resto es una lotería en la que juegan muchos factores entre los que están daños mecánicos, caídas, accidentes, entre otros.


Y la delegación ecuatoriana sí que los vivió, considerando que dos de los tres participantes se enfrentarían a este “monstruo” por primera vez. Solo Juan José Pugá conocía de cerca a esta “criatura” y fue, sin embargo, el que más atrás terminó en la clasificación general final confirmando que el Dakar siempre se presenta diferente.


Alex Mauricio Cueva Ojeda (KTM 450 Rally Replica / XRaids Experience), pese a tener un importante pasado en el enduro y motocross ecuatorianos, fue uno de los debutantes en la categoría motos. Y pasó de ser uno más de la legión de seguidores del Dakar por televisión a terminar su sueño en el puesto 107 de una clasificación en la que solo 124 de los casi 200 inscritos terminaron.




Con un registro de 65 horas, 15 minutos y 44 segundos, este piloto, que actualmente está radicado en la colombiana ciudad de Medellín, recibió la bandera a cuadros a 26 horas, 28 minutos y 14 del ganador, que fue el inglés Sam Suderland, piloto oficial del equipo GasGas.


“Mi objetivo es tomar confianza con la moto, con el terreno y no llegar tarde al campamento. Siendo realista, quiero terminar entre los 70 primeros”, decía Cueva a la organización en las entrevistas oficiales. No lo logró pero estuvo entre los “finishers” y eso cuenta más que nada cuando se trata de un piloto que compite por primera vez en esta carrera.


El Dakar fue una referencia permanente para Cueva. “Cada enero lo seguía por televisión, pero no lo veía como algo a lo que yo pudiera llegar. Cuando se trasladó a Sudamérica, fui a Perú a verlo en tres ocasiones. En 2019 fui a presenciarlo con mi hija. Estábamos en Ica y ella me preguntó: ¿Papá, crees que podrías correrlo?”, recuerda... Allí empezó la historia de este ecuatoriano que, si los recursos económicos se lo permiten, seguramente volverá a intentarlo para tratar de meterse entre los 70 primeros.


Otro novato absoluto en el desierto fue Juan Carlos Puga, un piloto que por 30 años ha competido en enduro y motocross, adjudicándose títulos nacionales así como numerosas participaciones y victorias en las conocidas Bajas. A los 15 años, conoció, de lejos, al Dakar a través de las páginas de las interminables revistas que contaban sobre esta gran aventura africana.


Junto a su hijo Juan José, el primer ecuatoriano en terminar esta carrera y el segundo en participar luego del cuencano Wilson Malo Jr. en el 2012, decidieron embarcarse en un “sui generis” proyecto denominada “Dakar Father & Son” que llamó la atención no solo en el Ecuador sino dentro de la misma organización de esta carrera.


Entre sus objetivos nunca se planteó una posición determinada en la clasificación final de la carrera. Llegar a la meta en Jeddah luego de atravesar las poblaciones de Ha'il, Al Artawiyah, Al Qaisumah, Riyadh, Al Dawadimi, Wadi Ad-Dawasir y Bisha era su obsesión. Y la alcanzó en el puesto 119 luego de marcar, con algunas penalizaciones incluidas, un total de 113 horas, 15 minutos y 12 segundos.


Juan José, que estuvo a punto de abandonar la competencia, cerró la clasificación en la categoría motos en el puesto 124 con un registro exageradamente alto por las normativas reglamentarias que le impusieron una severa sanción para dejarlo volver a la carrera luego de un fuerte accidente, en la segunda mitad de la prueba. Para él era eso o abandonar la carrera… pero esa posibilidad nunca estuvo contemplada en su hoja de ruta.


203 horas, 59 minutos y 47 segundos es el tiempo que se registra en la clasificación con su nombre. Pero para él lo único importante es que llegó a la meta en Jeddah junto a su padre Juan Carlos… Y cumpliendo el objetivo de terminar el Dakar.


“Me quedo con el recuerdo de haber conquistado el Dakar Rally en compañía de mis hijos Juan José Puga Torres y Carlos Puga (se encargó de toda la logística necesaria para su participación en cada una de las etapas). Fue muy duro especialmente porque el manejo en el Dakar es totalmente diferente al Enduro o Cross, tanto por las velocidades como por el terreno”, señaló este ibarreño afincado en Santo Domingo de los Tsáchilas.

Y destaca que “vencimos en familia (Juanjo, Carlitos, María José Torres Bonilla, Milena Puga, Génesis Naomi Niño, Juan Martín) todas las adversidades empezando por los temores, trabas, taras y la misma competencia. Solo la familia sabe como la sudamos y sufrimos para alcanzar el objetivo”. Sin recel señala también que “nunca he llorado y he visto llorar tanto en algo que nos apasiona”.

Ahora, con la medalla de “finisher” en sus manos, señala que “es momento de celebrar y gozar la terminación del proyecto Dakar 2022 Father & Son”. Y con su característico buen humor añade que “yo siempre digo: para el triunfo o fracaso “un dia” pero esto con el perdón de todos, voy a festejar un mes”.

Finalmente agradeció a “Juanjo que siempre me empuja a mis límites, cree en mí y hace que mis sueños se conviertan en realidad”. Y culminó diciendo que “para los que se sientan representados: generación X , monos, serranos, motosos… Para ustedes es esa medalla”.


Por su parte, Juan José Puga, luego de terminar esta hazaña que les sirvió para que la organización de la carrera los colocara en la sección “Dakar Hero”, contó que su accidente “fue el susto más grande que he pasado en mi vida”. Por suerte, luego de una larga evaluación médica y tras ser sacado del desierto por el helicóptero ambulancia de la organización, se determinó que “solo me disloqué el hombro… aunque los dolores fueron tan intensos que pensé que era algo mucho más grave”.









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