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¿Vas a rodar? Échale un ojo a tu moto

No te juegues una salida con tu moto por una avería insignificante. Esto es algo que podrías evitar con media hora de tu tiempo antes de emprender viaje. Arranca tu ruta con la tranquilidad de saber que los puntos vitales de tu moto están bajo control ¡Y disfruta el camino!

Se acerca el jueves de motos y tu muñeca derecha empieza a tener una especie de espasmos que simulan la aceleración… O te pasas horas seguidas pensando en que llegue el sábado para emprender camino hacia el esperado destino. Entendemos tus ansias por coger la moto y salir a rodar sin pensar en nada más. Esa es tu terapia y el motivo por el que el psicólogo no es uno de tus destinos.

Estamos de acuerdo. Todos sentimos eso y compartimos esa sensación. Pero también debemos entender el riesgo que asumimos siempre que nos subimos a una moto. Y esto, en ocasiones, por la emoción de salir a rodar, lo pasamos por alto.

Es por esto que la principal norma de seguridad de cualquier motociclista debe ser la de garantizarse un viaje seguro cada vez que coja su moto. Para hacerlo, hay que asegurarse de que tu “unidad” esté en las mejores condiciones posibles. Aquí te presentamos unos consejos básicos para un chequeo rápido pero indispensable pre y post ruta.

No importa si tu moto lleva parada solamente un par de horas o varias semanas, siempre tienes que tomarte el tiempo necesario antes de cada salida para verificar su estado. Una inspección previa a la conducción es uno de los mejores métodos para reducir los riesgos de accidente. Al realizar esta inspección puedes descubrir un problema antes de que ocurra y resolverlo de inmediato.

Ahora… ¿Qué debes hacer para realizar una adecuada inspección? Lee con detenimiento y sigue estos pasos siempre que vayas a subirte a la moto. Lo primero, por simple que parezca, es caminar alrededor de tu motocicleta y echarle un vistazo con ojos y “manos”. La inspección previa a la conducción solo será cuestión de unos minutos y puedes descubrir pequeños problemas que podrían llegar a convertirse en graves si no los detectas.

Hay que chequear la moto por partes:

  1. Aros y llantas: presión de aire, radios, llantas, frenos, pastillas de freno.

  2. Controles: pedales, cables, acelerador, embrague, mangueras, espejos.

  3. Electricidad y luces: batería, faro, intermitentes, pito, interruptores, cableado.

  4. Líquidos: combustible, niveles de aceite del motor, líquido de frenos, refrigerante si es que lo lleva.

  5. Chasis: transmisión (tensado de cadena) y suspensión.

Hacer esto te ayudará para no tener problemas en tu siguiente rodada de jueves de motos. O si saliste a un paseo no muy lejos de tu ciudad. Pero si tu idea para el siguiente fin de semana es un viaje con muchos kilómetros de recorrido, es necesario hacer un poco más que esta rápida inspección.

Antes de un viaje largo, también tienes que fijarte detenidamente en los siguientes puntos.

  1. Pata lateral y caballete central: comprueba que se mantiene firmemente en su lugar. Sería un peligro, si se despliega o se suelta mientras conduces.

  2. Palanca de cambios (pedal izquierdo): comprueba que no esté floja o demasiado apretada y que esté lo suficientemente engrasada.

  3. Revisa el motor en busca de fugas de aceite, comprueba la conexión de las pipas de las bujías.

  4. Horquillas delanteras, neumático y válvula delanteros, llanta, pinza de freno y discos.

Además, tienes que buscar filtraciones de aceite alrededor del sellado de la horquilla; revisa si hay clavos o elementos como vidrios incrustados en la banda de rodadura del neumático; comprueba la profundidad / desgaste de la banda de rodadura de las llantas; comprueba la presión de los neumáticos; busca detenidamente si hay radios sueltos; busca fugas de líquido en la pinza de freno; inspecciona el disco de freno para ver si tiene fuerza o hay marcas de desgaste desigual.

Sí. Sabemos que ya quieres salir a rodar. Pero ten un poco más de paciencia. Ya terminas tu revisión. Antes comprueba si el cable del embrague está desgastado y si funciona con suavidad. Verifica la palanca del freno y que el sistema de frenos delantero esté funcionando. Chequea los niveles de líquido de frenos, tanto delantero como trasero. Gira el acelerador para comprobar si hay buen movimiento y retrocede. Verifica que el interruptor de apagado del motor funcione sin problemas

Asimismo, acciona el freno trasero con el pedal del pie derecho, mira el nivel de aceite en el ojo de buey; y, verifica si hay fugas y manchas de aceite debajo de la moto. Si las encuentras y no tienes los conocimientos necesarios para solventar tu mismo este inconveniente, busca rápidamente ayuda de un profesional.

Llanta trasera, frenos / pastillas, disco, suspensión, asiento, soporte de la placa de matrícula… todo tiene que ser inspeccionado. Suena a que llegarás tarde a la cita con tus amigos motociclistas… pero no es así, tan solo te llevará unos pocos minutos y si lo haces con tiempo tendrás el suficiente y, además, saldrás con completa seguridad.

Vamos terminando. Gira la llave de contacto a encendido y comprueba luces, intermitentes y luz trasera de freno. Pisa el pedal de freno trasero y verifica que funciona e igual con la maneta del freno delantero. Finalmente, asegúrate de tener suficiente combustible y si tienes una moto refrigerada por líquido, que no haya fugas.

Ahora sí… puedes salir tranquilamente a disfrutar de tu moto, de los amigos y de las rutas. Los harás con seguridad y tranquilidad. Pero si eres un motociclista responsable, tu trabajo no termina aquí… aún falta algo, pero eso lo tienes que hacer cuando regreses a casa.

Después del viaje, échale un vistazo más a la moto después de haberla estacionado y apagado. Repite la primera operación que hiciste antes del viaje, revisando cualquier cosa que pueda haberse soltado o que haya comenzado a gotear.

Mientras la moto está aún caliente, lubrica la cadena, especialmente, si estuviste conduciendo bajo la lluvia. Junto con esto, asegúrate de revisar la tensión de la cadena una vez más.

Cuando el motor se haya enfriado, podrías lavar tu moto. Este es un buen momento para inspeccionarla aún más en busca de pernos sueltos, fugas o piezas rotas. Así, para tu próxima salida, tendrás un paso adelantado.

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